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Los Adolescentes pueden decir "No" al sexo – El Caso Difícil Número 25 (página 2)




Enviado por Felix Larocca



Partes: 1, 2

¿Por qué
decir "No" al sexo?

Las relaciones
sexuales pueden resultar en embarazo.
Pregunte a su adolescente:

"¿Puedes mantener a un niño tú
solo(a)?"
"¿Estás dispuesto(a) a dejar tu escuela, tus
amigos y tu juventud para
cuidar al bebé?"
"¿Estás listo para ser un padre soltero, o una
madre soltera?"

Es un hecho:

  • Las niñas jóvenes tienen más
    problemas
    durante el embarazo.
  • Los bebés de madres jóvenes, solteras,
    tienen más chance de nacer con problemas de salud serios.

Hay otras maneras de demostrar afecto como abrazarse,
agarrarse de las manos o besarse, o compartir intereses
mutuos.

Sugerencias para conversar

  • Tome tiempo para
    hablar con su adolescente.
  • Pregunte a su adolescente qué piensa sobre el
    sexo.
  • Escuche sus ideas.
  • Tome sus sentimientos en serio.
  • No se burle de ellos.
  • Respete y confíe en su adolescente y ellos
    harán lo mismo.
  • Apóyelos, esté siempre ahí para
    ellos.
  • Sea honesto.

Hablarle a su adolescente acerca del sexo no es
fácil. Usted puede sentirse confuso. Su adolescente puede
no creerle, pero usted está demostrando interés en
ellos. ¡Su adolescente vale la pena!

Conversar con su
hijo o hija sobre el sexo

Las "realidades de la vida" apenas empiezan. Haga que
la
educación sea parte de la vida familiar desde el
principio y mantenga una comunicación abierta durante todas las
edades.

La orientación de los niños y
niñas a través del laberinto de la sexualidad es
una oportunidad única. Es un proyecto a largo
plazo que inicia cuando sus hijos e hijas son muy jóvenes
y se extiende a través de su adolescencia.
No obstante, como muchos de los proyectos largos,
las recompensas son grandes. Los padres responsables pueden
pavimentar el camino hacia una vida sexual alegre y sana para sus
hijos e hijas—cuando sea el momento propicio.

Los niños y niñas quizá no lo
admitan, pero necesitan mucha ayuda en cuanto a aprender a
dirigir su impulso sexual. No permita que la vergüenza le
impida ayudar a sus hijos tomar las decisiones difíciles
de la adolescencia y de más allá. "Preparar a los
hijos para la vida de adultos es una de las cosas más
importantes que hacemos, como padres", dice Debra W. Haffner,
MPH, Presidente y Jefe Principal del Consejo de Información y Educación sobre la
Sexualidad de Estados Unidos de
América
(SIECUS por sus siglas en inglés), en la ciudad de Nueva
York.

¿Comunicación o
permiso?

Algunos padres temen que discutir el sexo equivale a
permitirlo. Eso no es así. No existe evidencia, aún
después de cientos de estudios sobre esta temática,
que hablar sobre el sexo hace que los niños quieran salir
a experimentarlo. De hecho, los estudios muestran que cuando los
padres hablan sobre el sexo, hay más probabilidad que
sus hijos e hijas hablen ellos mismos sobre el tema, que retrasen
sus primeras experiencias sexuales y que se protejan contra el
embarazo y las enfermedades cuando tienen
relaciones sexuales. Las investigaciones
sugieren que los adolescentes
que sienten una conexión cercana con los miembros de su
familia tienen
menos probabilidad de tener relaciones sexuales a una temprana
edad o de comprometerse en conductas riesgosas, que aquellos que
se sentían más distanciados de sus
familiares.

Según Félix Gardon, coordinador de alcance
en SIECUS, es natural que los padres se sientan incómodos
al hablarles a sus hijos sobre la sexualidad. Pero al evitar
dichas conversaciones, uno les estaré diciendo
indirectamente que no está dispuesto a conversar. Al
acercarse al tema cuando sus hijos aún están en
edad preescolar,
tendrá la oportunidad de hablar primero sobre temas de
mayor comodidad como el amor y la
responsabilidad y luego, conforme crecen,
eventualmente discutir los temas complejos tales como las
relaciones y la conducta
sexual.

El diálogo
entre padres e hijos

La comunicación eficaz entre padres e hijos es la
base de un diálogo continuo sobre el sexo, dice Barbara
Kemp Huberman, RN, BSN, Med, Directora de Capacitación y Educación sobre la
Sexualidad en Advocates for Youth una organización de Washington, DC dedicada a
ayudar a los jóvenes en la toma de
decisiones cuidadosas y responsables sobre el sexo. Hable con
la verdad, aconseja Huberman. Admita cuando no sabe algo y
ofrezca buscar la respuesta en forma conjunta. Siempre responda
en una forma cariñosa. No le sugiera al niño o
niña que la vergüenza es parte de hacer la pregunta.
Por lo contrario, diga "me alegra que me hayas preguntado.
Hablemos sobre esto".

Exhorte a sus hijos e hijas que le pregunten sobre la
verdad de las cosas que escuchan de sus compañeros. Se
asombrará de todas las falacias que se les han dicho a sus
hijos. Y no espere para que sea "el momento adecuado" para traer
a la luz temas y para
responder a las preguntas. "Los niños y las niñas
hacen preguntas en los momentos más divertidos", dice la
Dra. Johnson, madre de dos niños. Antes de dormir es uno
de los favoritos. Aunque uno quizá quiera apagar la luz,
dice ella, "aproveche el momento. Si espera, no
volverá".

Comparta sus
valores

Comparta sus valores y
creencias con sus hijos e hijas y explíqueles las razones
tras de éstos. Un buen rompe hielo para las discusiones
sobre los valores
sexuales es la conducta de los personajes en los programas de
televisión
o en las películas. Use la cultura
popular los eventos actuales
como un trampolín para discutir los asuntos sobre la
sexualidad, tales como la homosexualidad. Los encuentros sexuales del
presidente Clinton proporcionaron "unos de los momentos de
enseñanza más increíbles" en
los años recientes, nota Humberman.

La
orientación homosexual

Mientras que muchos niños y niñas son
heterosexuales, muchos luchan con preocupaciones sobre la
homosexualidad. No todos son realmente homosexuales; tales
pensamientos pueden ser pasajeros. Pero estos pensamientos pueden
atemorizar a algunos adolescentes. Quienes realmente son
homosexuales podrán tener problemas lidiando con ello. Los
jóvenes que son homosexuales muchas veces experimentan
depresión cuando se dan cuenta de ello.
Asegúrese que su hijo o hija sepa que su amor
trasciende la orientación sexual. Una mente abierta
podría literalmente salvar su vida: un estudio reciente de
miles de estudiantes de secundaria encontró que los
intentos de suicidio eran
mucho más frecuentes entre niños y niñas que
eran homosexuales, lesbianas, bisexuales o que tenían
dudas sobre su orientación sexual.

Qué
decir y cuándo

No trate de decirlo todo a sus hijos de una sola vez,
aconseja la doctora Johnson. Los niños y niñas que
estudian en primaria, por ejemplo, sólo pueden absorber un
punto central por conversación. La Dra. Johnson comienza
hablándoles a los pacientes a la edad de 5 ó 6
años. Ella les pide a los padres permiso para platicar con
sus hijos mucho antes de que ellos estén sexualmente
activos. Su
invitación repetitiva para dialogar "si las cosas en su
vida cambian" ha sido premiada con muchas llamadas y visitas de
los adolescentes, dice ella.

Hablar con sus hijos sobre el sexo desde edades
tempranas también tiene un lado práctico: Ayuda a
protegerlos del abuso sexual y
la coerción. Hasta los niños y niñas
pequeños necesitan poder
resistirse a las tentaciones de los niños mayores y los
adultos. La protección de los niños y niñas
contra los predadores involucra cierta explicación, ya
que, como Gregory Brotzman, Profesor de
la Familia y
la Medicina
Comunitaria en el Colegio Médico de Wisconsin en Milwaukee
les recuerda a los padres de familia, la mayoría de los
adultos que abusan sexualmente de los niños son miembros
de la familia y vecinos -no extraños. "Mis tres hijos
saben que nadie los toca en sus partes íntimas", comenta
el Dr. Brotzman. Instruya a sus hijos para que le cuenten si
sucede algo extraño y que los "secretos" no son
buenos.

SIECUS aconseja que uno le comience a hablar a los
niños de edad preescolar ayudándolos a nombrar
todas las partes del cuerpo. Responda a las preguntas de los
niños y niñas preescolares sobre sus cuerpos, salud
y sexualidad. Los niños y niñas pequeños
pueden comprender más sobre asuntos complejos sobre la
salud, las relaciones y la sexualidad; responda a sus preguntas
sobre cómo una mujer se
embaraza, cómo crece el feto y
demás. Conforme la edad de la pubertad baja
y baja -la edad promedio es ahora 11 y aún menos para los
afro-americanos—uno necesita empezar a preparar a sus hijos
a los 8 ó 9 años para ese cambio
significativo. Explíqueles sobre el desarrollo de
los pechos, los cambios de cuerpo y del crecimiento bello, la
menstruación y la necesidad de usar desodorante.
Reasegúrele a sus hijos que debido a que este desarrollo
físico sucede a diferentes edades en diferentes personas,
lo que les sucede (o no les sucede) es importante: "Tu cuerpo es
especial y único. Cuando estés listo / como te
pasará a ti". Recuérdeles que los sentimientos que
comienzan a tener, o que tendrán, son normales.

De hecho "¿Soy normal?", es la
preocupación silenciosa que se esconde detrás de
muchas de las preguntas de los niños y niñas sobre
el sexo. Necesitan escuchar que el deseo sexual y la intimidad
son una parte natural, saludable y gozosa de una relación
amorosa -cuando estén listos.

Qué decir y cuándo
decirlo

Sepa qué esperar de sus hijos e hijas y de
respuestas que sean apropiadas a su edad y su
experiencia.

Infantes y preescolares (0-2 años de edad). Ayude
a los niños y niñas a nombrar todas las partes de
sus cuerpos, utilizando los nombres correctos (pene/vulva). A
esta edad, ellos están absorbiendo información
sobre lo que es ser hombre o mujer
y los papeles de los niños y niñas y los hombres y
mujeres en sus vidas.

Niños y niñas preescolares (3-4
años de edad). A esta edad los niños y niñas
hacen muchas preguntas sobre sus cuerpos y sobre por qué
los niños y las niñas tienen genitales diferentes.
Cree un ambiente en el
que ellos se sientan libres para hacer preguntas y obtener
respuestas sobre sus cuerpos, salud y sexualidad.

Los niños y las niñas pequeños (5-8
años de edad). A esta edad, los niños y las
niñas pueden comprender asuntos más complejos y
están interesados en aprender más sobre la vida.
Tendrán preguntas / temores sobre la sexualidad y
están listos para escuchar sobre lo que usted piensa y
siente. Cuénteles sobre cómo una mujer resulta
embarazada, cómo crece un feto dentro del cuerpo de
la mujer y por
qué los hombres no pueden quedar embarazados.

Pre-adolescentes (9-12 años de edad). Los
niños y las niñas están preocupados sobre
sus cuerpos, su apariencia y lo que es "normal".
Aliéntelos a que hagan preguntas y que se aproximen a
usted con sus preocupaciones. Instrúyalos sobre el
embarazo y la prevención de enfermedades.
Explíqueles las posibles consecuencias de las relaciones
sexuales y que las mismas son una conducta para personas adultas
y no para jóvenes. Necesitan saber sobre cómo las
enfermedades de
transmisión sexual y el VIH se propagan y sobre los
condones y otros métodos de
protección. Refuerce sus valores y aliente la
comunicación.

Adolescentes (13-19 años de edad). Dé
mensajes claros sobre sus valores. Reconozca que los adolescentes
necesitan destrezas e información para actuar sobre sus
valores. Reconozca que los adolescentes frecuentemente no esperan
hasta que son adultos para tener relaciones sexuales.
Hábleles sobre métodos para reducir los riesgos de
enfermedades sexualmente transmitidas. Si su hijo o hija
está sexualmente activo/a, háblele sobre todas las
conductas sexuales placenteras que no transmitirán VHI o
lleven a un embarazo.

El niño/ la
niña que madura sexualmente

La maduración física puede llevar a
los niños y las niñas a probar relaciones sexuales
que ellos "no estén preparados para manejar
emocionalmente". Podrá decirle a su hija " Has llegado a
la pubertad y podrás encontrarte atraída a los
niños mayores. Créeme, no estás lista para
eso".

Es difícil establecer normas y reglas,
pero asimismo es muy importante. Entre más temprano
permita que sus hijos participen en conducta de adultos,
más temprano será el momento en que ellos suban la
escalera (de la responsabilidad). La sociedad
estadounidense bajó las marcas de la edad
que una vez las comunidades hicieron claras, tales como la edad
en que las niñas podían usar maquillaje. Se sugiere
unir fuerzas con los padres y madres de las amigas de su hija
para tomar estas decisiones en forma conjunta.

El punto de vista del Dr. Brotzman, prohibiendo las
citas amorosas antes de los 16 años de edad, les quita
presión
a los niños. "Uno puede decir, "Sólo porque quieres
algo no quiere decir que ese algo sea bueno para ti"", sugiere.
"Los niños no cuentan con suficientes personas a quienes
admiran que digan: Este no es el lugar ni el momento para las
relaciones sexuales". Los padres de familia necesitan darles
permiso a sus hijos para que NO tengan relaciones sexuales antes
de que estén listos/as, dice la Dra. Johnson, en acuerdo.
Muchos niños y niñas quieren escuchar que
está bien que se abstengan, afirma ella.

Desaliente las relaciones sexuales prematrimoniales si
usted no lo aprueba, dice Haffner del SIECUS, pero agregue que si
se tienen relaciones sexuales es importante protegerse contra el
embarazo y las enfermedades. ¿Es un mensaje mezclado?
Quizá lo sea, pero también lo son los buenos
consejos como "No quiero que bebas alcohol, pero
si lo haces, llámame y yo iré por ti".

Instruya sobre las relaciones sexuales antes de que su
hijo se involucre con alguien para que sus comentarios no sean
vistos como un intento por menoscabar a una persona en
particular. Los niños y niñas idealistas no pueden
imaginarse los peligros del sexo. Explíqueles que hasta
las personas buenas pueden ser engañosas cuando lo que
quieren es sexo. Use experiencias de su propia vida: "Cuando mi
mejor amiga tuvo relaciones sexuales en la escuela secundaria y
su novio la dejó, ella se sintió usada, como si
ella no importaba".

Siéntase con la libertad para
rehusarse a responder a las preguntas sobre su propia conducta
tal como "¿Tú y mamá (o papá) estaban
casados cuando tuvieron relaciones sexuales por primera vez?"
Usted decide cuánto desea compartir.

Cada año, conforme crecen los
hijos, uno tiene menos control sobre
ellos. Lo más inteligente, aconseja Huberman, es afirmar,
"Algún día esta será tu decisión. Yo
sólo quiero decirte que espero que tu primera experiencia
sexual sea una relación amorosa y honesta". Esté al
tanto de dónde va su hijo/a y qué sucede entre sus
amigos. Manténgase involucrado en la vida de su hijo/a,
dice Haffner. Eso incluye desde lo que bebe, las drogas y
otros temas así como el sexo, agrega.

 

Discusiones sobre
Anticonceptivos

Arme a su hija, no sólo a su hijo, con
protección, exhorta Barbara Kemp Huberman, Directora de
Capacitación y Educación sobre la Sexualidad en
Advocates for Youth en Washington, DC. Recuérdele a
su hijo/a que la protección contra el embarazo y la
infección VIH es exitosa si se hace correctamente todas
las veces. "Afortunadamente, los jóvenes nos dicen que
están usando condones o que no están teniendo
relaciones sexuales porque no quieren contagiarse de HIV", dice
ella.

"Proporcionarle condones a los hijos es una
decisión muy personal", nota
Debra W. Haffner, MPH, Presidente y Jefe del Consejo de
Información y Educación sobre la Sexualidad de
Estados Unidos en la ciudad de Nueva York, y la renuencia
está bien. Si tienen suficiente edad para tener relaciones
sexuales, señala ella, tienen suficiente edad para ir a
una farmacia. Pero lo importante es hablar sobre ello.

"Mi hijo
nunca…"

Casi la mitad (49%) de los estudiantes de secundaria
tiene relaciones sexuales y más de la mitad (58%) de ese
grupo no usa
anticonceptivos con regularidad. Aunque las tasas
de embarazos en adolescentes se están reduciendo, un
millón de adolescentes aún quedan embarazadas cada
año. Casi todos esos embarazos (95%) no son intencionales
y casi un tercio de los mismos terminan en aborto.

El doctor Brotzman ve a muchas niñas en su
consultorio quienes quedan embarazadas entre los 13 y 15
años de edad. "Asumir que nada está sucediendo
porque uno no habla de ello no es una buena deducción. Es lo más lejos de la
verdad", advierte Brotzman.

"Si su hijo/a sale con alguien, existe una buena
probabilidad que él o ella tiene relaciones sexuales",
agrega Haffner. "Es hora de conversar sobre los anticonceptivos
si es que aún no lo ha hecho" (consulte "Emergency
Contraception"—Anticonceptivos de emergencia). Si un
adolescente está saliendo con la misma persona por un buen
tiempo, empieza una conversación sobre las relaciones,
sugiere Huberman—algo como esto: "Sé que no quieres
escuchar esto pero hazme el favor. No creo que sea adecuado ni
sano que tengas relaciones sexuales ahora. Si las tienes, no
tienes el derecho de arriesgarte ni de poner en riesgo a tu
pareja de quedar embarazada o contraer una enfermedad." Los
hombres no deben asumir que las mujeres están tomando la
píldora; las mujeres no deben asumir que sus novios
usarán condones.

Anticonceptivos de
emergencia

Explíquele a su adolescente que el sexo muchas
veces involucra estar "locamente enamorado" y que esto es seguido
de lamentos y temores. Asegúrese que sus hijos sepan
-tanto por su bien como para el bien de sus amigos—que los
anticonceptivos de emergencia pueden prevenir un embarazo
después de tener relaciones sexuales sin protección
o que el método
anticonceptivo haya fallado, pero únicamente si se utiliza
inmediatamente.

La mayoría de las farmacias en los Estados Unidos
tienen un nuevo medicamento aprobado por el gobierno llamado
PREVEN -píldoras anticonceptivas que evitan un embarazo si
se toman dentro de 72 horas después de haber tenido
relaciones sexuales al evitar la implantación de
óvulo fertilizado. Paradójicamente, en la
mayoría de estados se necesita una prescripción
médica para poder adquirir PREVEN.

¿Los
hombres no cambiarán?

Nuestra sociedad envía el mensaje que las
relaciones sexuales promiscuas están bien para los
hombres. Asegúrese que su hijo sepa claramente que no lo
es. "Los jóvenes quieren una conexión con alguien
que los quiere", dice Huberman. Enséñeles que deben
mantener las relaciones sexuales en un marco de cariño y
que se protejan ellos y a sus parejas con condones. Estas
afirmaciones "tienen mucho peso cuando los padres, y no otra
persona, se los dice".

A dónde ir
para encontrar ayuda

Mantenga uno o dos libros de edad
adecuada sobre el sexo, a mano. Léalos primero para
asegurarse de estar de acuerdo con su filosofía. Los
niños mayores generalmente prefieren sitios de Internet y vídeos.
Asegúrese de ver éstos antes de que lo hagan sus
hijos.

En la mayoría de estados se ofrecen clases de
educación
sexual en la escuela, pero las lecciones varían
enormemente. Descubra si el currículo que se enseña en la
escuela de su hijo concuerda con los valores de su familia. "Las
escuelas son buenas para enseñar sobre el cuidado con las
relaciones sexuales, pero no son tan buenas para ayudar a los
niños y niñas a hacer elecciones", dice la Dra.
Johnson. "La enseñanza sobre la moral es
tarea de los padres".

Visite la biblioteca de su
institución religiosa para buscar orientación sobre
la sexualidad. La escuela de su comunidad, a
menudo, ofrece clases para los padres que están luchando
por ayudar a sus hijos a aprender sobre la sexualidad.

El médico de la familia es otra buena fuente. Si
sus morales sobre el sexo se equiparan a las suyas, su hijo/a
siempre tendrá un guía de buenos conocimientos para
obtener información y ayuda. Cuando los pacientes
jóvenes vistan a la Dra. Johnson para obtener pastillas
anticonceptivas, ella les dice "creo que tu madre te
apoyaría así que habla con ella".

Los adolescentes muchas veces buscan a otros adultos,
que no sean sus padres, para discutir asuntos sensibles como el
sexo. No se sienta rechazada, aconseja Huberman. En vez, aliente
a su adolescente que hable con esas personas. La renuencia de los
jóvenes de confiar en sus padres tiene menos que ver con
el temor que con manchar la imagen que
mamá o papá tienen de ellos.

Vale la pena
repetir

Nunca es demasiado tarde para abrir la puerta de la
comunicación. "Si aún no ha hablado con sus hijos
sobre estos temas", aconseja Huberman, "empiece hoy". Un secreto
para el éxito
de la educación sexual en casa: "Repita, repita, repita",
dice Huberman. Los niños ignoran lo que no pueden absorber
en ese momento y uno no puede esperar que lo que les dijo cuando
tenían 6 ó 7 se quede allí en el momento de
pasión a los 16 años de edad.

"La educación sexual es un proceso de
toda la vida", observa Huberman. "Uno nunca puede dar demasiada
información si uno es honesto y si todo proviene del
corazón."

Para todo adolescente el desarrollo es una tarea llena
de retos y demandas. Un aspecto importante consiste en definir su
identidad
sexual. Todos los niños exploran y experimentan
sexualmente como parte de su desarrollo normal. Este comportamiento
sexual puede llevarse a cabo con miembros del mismo sexo o del
sexo opuesto. A muchos adolecentes el pensar en o experimentar
con personas del mismo sexo puede causarles preocupación y
ansiedad con respecto a su orientación sexual. A otros,
aún los pensamientos o fantasías pueden causarles
ansiedad.

La homosexualidad es la atracción sexual
persistente y emocional hacia alguien del mismo sexo. Es una
parte de la gama de expresión sexual. Durante la
niñez y la adolescencia, por primera vez muchos individuos
homosexuales se percatan de su homosexualidad o lesbianismo y
pasan por la experiencia de tener pensamientos y sentimientos
homosexuales. La homosexualidad ha existido a través de la
historia y en
diferentes culturas. Cambios recientes en la actitud de la
sociedad hacia la homosexualidad han ayudado a algunos/algunas
adolescentes homosexuales a sentirse más cómodos
con su orientación sexual. En otros aspectos de su
desarrollo estos jóvenes son similares a los
jóvenes heterosexuales. Experimentan los mismos tipos de
estrés,
luchas y tareas durante la adolescencia.

Los padres necesitan entender claramente que la
orientación homosexual no es un desorden mental. Las
causas de la homosexualidad no se entienden claramente. Sin
embargo, la orientación sexual no es un asunto de
decisión propia. En otras palabras, los individuos no
pueden escoger ser homosexuales o ser heterosexuales. No importa
cuál sea su orientación sexual, todos los
adolescentes tienen la alternativa de escoger la expresión
de su comportamiento sexual y su estilo de
vida.

A pesar de que el
conocimiento y la información acerca de la
homosexualidad y el lesbianismo han aumentado, los adolescentes
todavía tienen muchas preocupaciones. Estas
incluyen:

  • sentirse diferentes a sus padres (amigos o
    compañeros);
  • sentirse culpables acerca de su orientación
    sexual;
  • preocuparse acerca de cómo puedan responder su
    familia y seres queridos;
  • ser objeto de burla y de ridículo por parte de
    sus amigos;
  • preocuparse acerca del SIDA, la
    infección por VIH y otras enfermedades de
    transmisión sexual;
  • temer al discrimen si tratan de pertenecer a clubes,
    participar en deportes, ser admitidos en
    universidades y conseguir empleos;
  • ser rechazados y acosados por otros.

Los adolescentes homosexuales pueden aislarse
socialmente, separarse de las amistades y los amigos, tener
problemas concentrándose y desarrollar una pobre autoestima.
También pueden desarrollar una depresión. Los
padres y otras personas necesitan estar alerta a estas señales
de angustia, ya que estudios recientes demuestran que entre los
jóvenes homosexuales y lesbianas existe un alto incidente
de muertes por suicidio.

Es importante para los padres entender la
orientación homosexual de sus adolescentes y proveerles
apoyo emocional. Los padres frecuentemente tienen dificultad
aceptando la homosexualidad de sus adolescentes por algunas de
las mismas razones por las que el/la joven desea mantenerlo en
secreto. A los adolescentes homosexuales y lesbianas se les
debería permitir decidir cuándo y a quién
revelarle su homosexualidad.

Los adolescentes que no se sienten cómodos con su
orientación sexual o que no saben cómo expresarla,
pueden beneficiarse de recibir consejería. Pueden
beneficiarse del apoyo y de la oportunidad de clarificar sus
emociones. La
terapia también puede ayudar al adolescente a hacer el
ajuste a los problemas y conflictos que
surjan en el ámbito personal, escolar y familiar. La
terapia dirigida específicamente a cambiar la
orientación homosexual no se recomienda y puede ser
dañina a un adolescente reacio. Puede crear mayor
confusión y ansiedad al reforzar los pensamientos
negativos y las emociones con las que el adolescente ya
está luchando.

Nota: Este artículo de información
práctica fue resultado de una recopilación de
fuentes
amplias disponibles en el Internet.

Bibliografía

Se envía por solicitud.

 

(Editor):

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2
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